lunes, 14 de mayo de 2018

El Puente Ôhashi en Atake bajo una lluvia repentina.

El Puente Ôhashi en Atake bajo una lluvia repentina 
(Ôhashi atake no yûdachi)

Esta xilografía fue realizada en 1857 por Andô Hiroshige (1797-1858), también conocido como Utagawa Hiroshige, en referencia a la escuela de arte Utagawa, donde se formó. Forma parte de la colección “Cien vistas de famosos lugares de Edo” (Meisho Edo hyakkei),
esta fue la ultima obra que hizo el pintor antes de morir, y consta de 119 grabados que fueron publicados entre 1856 y 1859, tiene unas dimensiones de 34cm de alto y 22,5 de ancho. Actualmente se expone en el Museo de Arte de Brooklyin, Nueva York.
Hiroshige, siguiendo la estela de Hokusai (del que fue discípulo), se centró en este género para dar rienda suelta a su creatividad. No sólo reflejaba lugares conocidos por el espectador, sino que también los asociaba a diferentes estaciones del año, sensaciones poéticas o empleaba puntos de vista poco usuales, centrando la atención en objetos cotidianos o situaciones cercanas al ciudadano de a pie.
Un punto importante acerca del contexto histórico es el del aumento de viajes que se hicieron por el interior de Japón. Tanto de negocios como de placer, muchos viajes tenían la capital del Este como destino final o de paso (como por ejemplo los que recorrían la famosa ruta de Kisokaido, que unía Kyôto y Edo) y muchos de los visitantes querían llevarse un recuerdo a casa de su paso por la ciudad. Las estampas adquieren entonces un valor comercial nunca visto, ya que eran relativamente baratas de producir las estampas eran un negocio lucrativo, tanto que muchas de las tiendas de la ciudad se trasladaron a las afueras o a las intersecciones para captar a los viajeros y evitar la competencia de otras editoriales más céntricas. 
Esta obra no es una excepción en este aspecto. La colección a la que pertenece fue encargada por el editor Uoya Eikichi con fines comerciales. En el caso de las xilografías, es tan importante la figura del autor (que hace el diseño) como la de su editor, y también del artesano que talla las piezas de acuerdo con el diseño del autor.
Algo que la diferencia incluso de otras hechas por el propio Hiroshige, es el tema escogido para ella, sobretodo teniendo en cuenta el contexto histórico. A partir del desembarco de los “barcos negros” en 1853, la ciudad cambió prácticamente de la noche a la mañana. Además, un terremoto en 1855 (de magnitud 7.1 en la escala de Richter) arrasó gran parte de la capital, con más de 10.000 muertos y 16.000 fallecidos. En un momento en el que la población parecía perdida, ver la ciudad de Edo retratada con tanta naturalidad y belleza, con tanta cercanía al espectador, incluyendo lugares típicos y tradicionales, el río Sumida o los puentes de madera, era ciertamente un descanso: resultaba una colección muy atractiva tanto para el ciudadano autóctono como para el turista.
Esta obra es vertical y está dividida en tres planos:
-En primer plano tenemos el puente Ôhashi, dibujado desde un planeo aéreo, que en lugar de reflejar la largura del puente, se centra sólo en un pequeño fragmento, para expresar aún más el breve espacio temporal en el que se sitúa la obra. Sobre él hay siete personas que corren hacia ambos lados del puente para refugiarse de la lluvia, que parece haber empezado a caer de pronto, sorprendiéndoles a medio camino.
-En segundo plano se halla el río Sumida, ancho y abundante, y que da la sensación de que se vaya a desbordar de un momento a otro a causa de la lluvia. Sobre el río rema un solitario navegante sobre una balsa, que extrema aún más la sensación de grandeza de las aguas. 
-El tercer plano muestra una orilla a la lejos, oscurecida debido a la distancia sobre los ojos del espectador y a las nubes negras que cubren la escena. En aquella orilla estaban los almacenes del Shôgun, en los que se guardaban barcos militares, como el Atake-maru, y pese a que se consideraba tabú incluir referencias al shogunato en este tipo de obras, se pueden entrever en la xilografía de Hiroshige. También se puede ver en el extremo derecho de la orilla la silueta de una torre de bomberos.

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